La naturaleza de la costa de Yorkshire

Su territorio abarca desde las extensiones de brezo de los North York Moors y el ondulado paisaje de Yorkshire Wolds hasta los imponentes acantilados de la costa. Aficionados a la ornitología desde pequeños, ninguno de los dos sabría vivir en otro lugar.

“De niño casi siempre estaba al aire libre”, recuerda Steve. “Ya entonces me interesaba observar las aves, y en la escuela tuve un profesor que era ornitólogo y anillador de aves. También era fotógrafo de vida silvestre y me dejó su material cuando empecé”.

Con el tiempo, la observación de aves dejó paso a la fotografía de la vida silvestre, primero en carrete y después den formato digital, un cambio que describe como una auténtica revolución.

Por entonces, Richard era un ecólogo instalado en Flamborough Head, un cabo que se adentra 12 km en el mar del Norte y en cuyos acantilados de caliza habitan numerosas aves. “Cuando él vivía allí yo trabajaba para la Royal Society for the Protection of Birds”, explica Steve. “Nos encontrábamos a menudo sobre el terreno y siempre comentábamos que tendríamos que poner en marcha un negocio de turismo de naturaleza”.

En la actualidad, cuentan con un equipo de 10 naturalistas y fotógrafos que organizan excursiones, charlas, talleres y rutas, tanto en su país como en el extranjero, aunque su pasión continúa siendo la costa de Yorkshire.

“Richard se ocupa de la parte de la observación de la vida silvestre y yo de la fotografía”, cuenta Steve. “Ahora él vive cerca de York, así que también se ocupa de los Moors y de Yorkshire Wolds”.

Considera que con la fotografía digital ahora es más fácil seleccionar las fotos y asegura que cada vez son más las mujeres que se apuntan a sus rutas y cursos. Varios de sus clientes han empezado incluso a ganar concursos de fotografía de vida silvestre.

“Nuestras dos rutas estrella son en barco”, afirma. “La ruta ‘Seabirds and Whales’ para avistar animales, que sale del pequeño puerto pesquero de Staithes, y la ruta fotográfica ‘Diving Gannet Photography Experience’, desde Bridlington”.

“Si tuviera que elegir un lugar favorito sería Bempton Cliffs”, asegura, “unos acantilados de 140 m de alto con una población de 400.000 aves de marzo a septiembre. En las rocas de los acantilados habitan hasta ocho especies diferentes: los alcatraces y los frailecillos son los más conocidos, pero también están el arao aliblanco, la gaviota piquicorta, el cormorán o el fulmar. Por eso me encanta vivir en esta costa: quiero enseñarla a todo el mundo”.