A lo grande: mucho más que la South West Coast Path
El irreverente escritor de viajes británico Eric Newby considera el olor de la costa inglesa tan fuerte como “un puñetazo en la nariz”. En algún u otro momento, los visitantes de cualquiera de los rincones de esta costa tendrán ocasión de poner a prueba su olfato.
Inglaterra disfruta ya de una costa por lo general accesible, con diferentes itinerarios de larga distancia plenamente consolidados, con rutas como la South West Coast Path hasta Somerset, Devon, Cornualles y Dorset, la Cleveland Way a lo largo de la costa noreste y la Norfolk Coast Path.
En 2010 echó a andar un proyecto para cubrir los huecos que faltaban y abrir toda la costa y actualmente el 91% de la ruta está totalmente abierta o en las últimas fases de su aprobación.
Naturalmente, solo los caminantes más intrépidos se lanzarán a una ruta de larga distancia en pleno invierno, pero la idea de la ruta costera es que los visitantes puedan abordar pequeños tramos y, por ejemplo, andar un día los 10 km que separan Craster y Alnmouth, en Northumberland, y al siguiente los 5 km entre Sandsend y Whitby, en Yorkshire.
En el sur, una escapada corta podría incluir un día la ruta de 11 km entre St Ives y Zennor en Cornualles y después los 7 km entre Soar Mill Cove y Salcombe, en South Devon.
Muchos creen que Inglaterra cierra en invierno, y aunque las tormentas son habituales, el tiempo a menudo también da un respiro. “Antes la gente no se atrevía a ofrecer actividades en los meses de invierno, pero este año mucha gente se ha dado cuenta de que Inglaterra tampoco es el Ártico”, asegura Susan Briggs, directora de la Tourism Network, que fomenta el turismo rural. “En invierno el tiempo también puede ser bueno, y una cerveza o un chocolate caliente saben mucho mejor después de un paseo en un día frío.”