Si se mide por el valor de la captura, Brixham puede que sea el puerto pesquero más grande de Inglaterra con el encanto de Devon. Sus casitas pintadas miran al puerto histórico, tiene una fuerte comunidad local y un ritmo de vida tranquilo. Tómate tu tiempo para sentarte y observar.
La pesca en Brixham nunca se detiene, pero siempre ha tenido el alma de la localidad.
A mediados de 1800, Brixham tenía la lonja más grande del país y empleaba a 1600 hombres. Durante el Gran Vendaval de 1866, la flota pesquera quedó casi destruida: murieron 100 personas y 60 barcos quedaron destrozados. Así, se introdujo el primer bote salvavidas de Brixham. A finales de 1800, gracias a un nuevo sistema ferroviario que mejoraba las conexiones del país, surgió una industria de construcción naval que producía más de 300 arrastreras de madera. El diseño de arrastrero de Brixham fue aclamado y reproducido por todo el país y la ciudad pasó a conocerse como «la madre de la arrastrera».
La comunidad local rebautizó con el nombre de Fishtown el lugar donde vivían los pescadores de Brixham (conocidos como ‘albañiles’). Mientras que los hombres arriesgaban sus vidas en las peligrosas aguas, las mujeres de las familias locales ejercían un rol importante. Se las conocía como las pescaderas ambulantes, ya que vendían el pescado fresco y se encargaban de la economía familiar. Utilizaban el estilo de subasta holandés, gritando el precio más alto y reduciéndolo hasta que el comprador se acercaba.
El mercado de pescado original aún existe en el Old Fish Quay y se encuentra junto a la réplica del galeón Golden Hind del corsario Francis Drake. Actualmente, esta zona se utiliza para mercados, artistas modernos y cantantes de saloma.
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Ahora, el mercado es uno de los más avanzados del mundo tecnológicamente.
En 1971, la lonja se trasladó a New Fish Quay y en 2011, se realizó un proyecto de recuperación de 20.000 £. Es el puerto más grande por valor de captura de Inglaterra, vende más de 40 especies que incluyen rape, vieiras y merluza. En 2017, se vendieron 42 millones de libras en pescado, debido también a la ‘fiebre del oro negro en Brixham’, en el que descargaron sepias que se vendieron a un precio récord.
Luke Netherton es un subastador de la lonja. Nació y creció en Brixham y ha trabajado ahí durante doce años. Se levanta a las 4:30 y empieza con dos subastas. «Tenemos un gran vínculo con la comunidad, mucha variedad y la oportunidad de aprender algo nuevo. Me gusta todo el pescado, siempre se ha portado bien conmigo y ¡me paga el sueldo! Unos 40 compradores asisten a la subasta, muchos viajan desde Cornualles. Un 90 % de la sepia capturada se exporta a países mediterráneos.
En 2019, se implementará un sistema de subasta online y se reemplazará la subasta actual para que compradores de Reino Unido y del extranjero puedan apostar remotamente. Esto ayudará a mantenerlos como uno de los proveedores de pescado líderes del país.
Los visitantes pueden realizar un tour matutino para ver la subasta de pescado y desayunar en el Rockfish Brixham. Una experiencia inolvidable.
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