Ales locales, comida sustanciosa y la jovialidad de los lugareños
Otra caminata con pub, si bien esta ofrece una experiencia muy distinta, se halla en la costa septentrional de Norfolk, en concreto en Wells-next-the-Sea. Si andas por el muelle de esta pequeña localidad en busca de un pub situado en tierra firme no lo encontrarás, sino que debes mirar hacia el agua, donde está atracado el Albatros. Se trata de una bonita embarcación con la que Ton Brouwer, originario de los Países Bajos, llegó a Wells-next-the-Sea a través del Mar del Norte.
El Albatros fue el último buque de carga de Europa en la era anterior a los grandes cargueros y hoy en día se ha reconvertido en uno de los pubs marítimos más extraordinarios de Inglaterra. La clientela puede disfrutar de cervezas locales, comida sabrosa e incluso música en directo.
El bar situado bajo la cubierta resulta muy agradable y, en los días de brisa ligera, la propia cubierta es un lugar ideal para tomar una copa al anochecer. Desde el Albatros puedes explorar la costa situada al norte o al sur de Wells-next-the-Sea. Yendo hacia el interior podrás ver ciervos y si te diriges hacia el filo del agua encontrarás focas. Basta con caminar tres kilómetros en cualquiera de las dos direcciones.
Otra opción estimulante consiste en explorar la costa de North Yorkshire entre Robin Hood’s Bay y Ravenscar. El pub donde puedes amenizar este paseo es elYe Dolphin, situado en King Street, en Robin Hood’s Bay. La prueba de que se trata de un pub de calidad es que, pese a encontrarse en un trecho turístico de la costa, los locales lo frecuentan tanto como los forasteros. La comida es sustanciosa y sirven ale auténtica, es decir, cerveza que sigue fermentándose en el barril desde el que se sirve.
La caminata de vuelta es de 12 kilómetros. Si te informas sobre los horarios de la marea puedes hacer la ida siguiendo la playa y luego volver por el camino costero denominado "Cleveland Way".
Si ves a excursionistas que han sido incapaces de esperar al pub y están sentados en la playa con las botas quitadas y brindando con cerveza o champán, no te sorprendas: acaban de completar la ruta de larga distancia que va desde St Bees en la costa oeste hasta la Robin Hood’s Bay.
Por Mark Rowe